15 de febrero de 2012



El primo Guido era cantante de ópera, o al menos eso era lo que siempre creyeron los suyos. Según la correspondencia del propio Guido, en la que incluía fotografías como en ésta que aparece caracterizado del Canio de "I Pagliacci" como certifica la inscripción del dorso, se había convertido en un gran tenor. Cuentan que la familia, de condición muy humilde, estaba muy orgullosa de él, aunque jamás le vieron actuar. Luego, mis sospechas se confirmaron. Todo lo que cantó Guido no fue más allá del jolgorio etílico en las tabernas que solía frecuentar con sus amigos. Pero también quise imaginar que no tuvo mala intención.