8 de febrero de 2012



Leonard era un ser muy introvertido al que desde muy temprana edad se le despertó un inusitado interés por el acordeón. Ni su padre, que vendía lavadoras en Clermont, ni ningún miembro de la familia habían tenido nada que ver con el mundo de la música. Incluso mostraban recelo hacia las inclinaciones artísticas de Leonard, que entregó su vida al instrumento. Nadie le vio con amigos y jamás dio concierto alguno. Hasta que murió a edad avanzada. Hay quienes afirman haber oído sus composiciones al pasar delante de su casa y que éstas eran algo insólito para su tiempo.