27 de junio de 2012



El sepelio del tío Edgar fue el más divertido de cuantos asistí a lo largo de mi vida. Siempre supe que la tía Josephine no aprobaba las formas y las maneras del tío, a quien su aburrido trabajo como cajero de una sucursal bancaria no consiguió disciplinar, si no más bien lo contrario. Porque el tío, que tenía un gran sentido del humor, se explayaba en su tiempo libre con lo que mejor sabía hacer. Pero el problema no fue ese, sino la dificultad para elegir una fotografía en la que no apareciese haciendo payasadas para colocarla al lado del ataúd. Y aunque la tía puso la más discreta, intuyó desde el principio que sería imposible evitar las carcajadas.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Xavier Cugat & his orchestra - Tea for two cha cha cha (http://www.youtube.com/watch?v=jbo_0R8mpbU&feature=related)