22 de junio de 2012


 

Impresionado por la película de King Kong, Wenceslao López, que trabajaba como operador de cámara en unos estudios muy importantes en aquellos días, se embarcó en el que iba a ser el proyecto más ambicioso de su carrera ya que, además de ejercer como director, su pretensión era hacer una versión de aquella adaptada a la cultura española. Por ello contrató los servicios de la impresionable cantaora Macarena Díaz que, cuando conoció al Manuel Pérez, el bailaor que se ponía bajo la piel del simio, se enamoró de tal manera que, a causa de su fuga, el proyecto se truncó definitivamente, quedando tan solo alguna que otra imagen y una secuencia hoy en día perdida..

· Fondo musical para acompañar la lectura: Raquel Meller - La violetera (http://www.youtube.com/watch?v=q71Q5EMyQzk&feature=fvwrel)