12 de junio de 2012



Lo que mi extrema timidez me llevó a hacer aquel verano fue una confluencia entre las cosas propias de la adolescencia y mi afición a las películas de detectives. Aquella chica me provocó tal revuelco en las tripas que, con la ayuda de mis amigos Jean y Eustaque, que se limitaban a posar cerca de ella, pude fotografiarla varias veces sin que los tontainas de su pandilla se percatasen. Jamás supe su nombre, ni hablé con ella, pero el misterio vino cuando me di cuenta que el adefesio de la izquierda aparecía en todas mis imágenes. La emoción duró poco, hasta que supe que era el idiota de su hermano. Ella era la del gorro, pero nunca conseguí sacar su rostro.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Tino Rossi - Il pleut sur la route (http://www.youtube.com/watch?v=Nsgjk6kSmUk&feature=related)