17 de mayo de 2012



Marguerite vio la gran oportunidad cuando a la pequeña población donde vivía llegó un fotógrafo de Boston para hacer un reportaje sobre la comarca. Como ella that never ame Charlie sabía de las virtudes de ese nuevo invento y porque era consciente de que los rostros de sus padres, como el suyo cuando era niña, eran ya imágenes borrosas en su memoria, decidió pedirle al forastero que les hiciese un retrato para tener así un recuerdo imperecedero. Su madre, pese a su invidencia, no puso reparos ya que comprendía los deseos de su hija. Pero con su padre la cosa fue más difícil por la simple razón de que tiempo atrás había perdido un trozo de nariz en la serrería.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Charlie Poole with The North Carolina Ramblers - The letter that never came (http://www.youtube.com/watch?v=v3e4_TRxSYI&feature=relmfu)