11 de septiembre de 2012



La suerte fue esquiva con Nicanor Pérez en su corta carrera profesional en los servicios de inteligencia, a cuyo departamento de innovación entregó todo su ingenio y entusiasmo, para después sufrir el olvido y la incomprensión de sus superiores. Algo que nunca superó, porque en sus últimos años de vida y según sus allegados, Nicanor se siguió quejando con amargura. Él, que había sido el artífice del primer aparato para las escuchas a distancia, no tenía la culpa de la escasa destreza de aquel joven agente que desapareció misteriosamente junto con su invento y de los que tan sólo queda una imagen del último ensayo antes de acometer la malograda misión.

· Fondo musical para acompañar la lectura:  David Shire - Music from The conversation (Francis Ford Coppola, 1974) (http://www.youtube.com/watch?v=nu1ycFaCtzk&feature=related)