2 de octubre de 2013



Aquellos tiempos fueron bastante complicados y más para un español que, como yo, desconocía la lengua inglesa cuando pisó por primera vez Ellis Island aquel 28 de octubre de 1921. Como no conocía a nadie, me planteé una estrategia inicial que consistía en tratar de buscar un trabajo en el que no tuviese que hablar demasiado. Mientras tanto, iría aprendiendo el idioma como buenamente pudiese. Y ahí fue cuando apareció Casimiro Ochoa al que luego, con el tiempo, me uniría una gran amistad. Recuerdo que fue él quien me dio la idea. Me dijo que me ayudaría a entrar en el negocio en el que él trabajaba, que no necesitaría hablar mucho, pero que tenía que, al menos, poner mucha atención en lo que hacía porque el jefe era una persona bastante quisquillosa. Allí conocí a Benito Mendizábal, que era un buen amigo de Casimiro. Y así, con el paso de los días acabamos formando un grupo muy peculiar. Nuestro trabajo era probar instrumentos y, sin quererlo, hicimos varias actuaciones y grabamos algunos discos. Y aunque nuestra intención fue tratar de tocar coplas, hubo quienes llegaron a calificarnos de auténticos renovadores del bluegrass.

(foto: cortesía de Spanish Immigrants in the United States)


· Fondo musical para acompañar la lectura: Worried man blues - Stanley Brothers (https://www.youtube.com/watch?v=C4CtLA1jC20)