8 de abril de 2016




La observación de una lluvia de partículas provocada por una colisión de asteroides llevó al doctor en astrofísica Walter B. Arkwright y a su ayudante, el físico Eugene F. Easton, a la conclusión de que iba a producirse un fenómeno cósmico de gran envergadura que podría suponer la posibilidad de conocer nuevos datos sobre el origen del universo. Y aquel 4 de octubre de 1932 se cumplió su pronóstico. Con el equipo instalado en la azotea del observatorio, y tras una larga espera que duró varias horas, el nerviosismo de ambos científicos se convirtió en asombro cuando vieron y captaron por primera vez lo que, según ellos, era un neutrino.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Benny Goodman - Moonglow.